Reseteo de mitad de año

Arrancamos el año con todo. Vacaciones, fiestas, familia, energía recargada. Pero van pasando los meses y nuestro cuerpo (y mente) bajan sus reservas. Perdemos ganas, perdemos foco. Nos olvidamos de los objetivos que planteamos (si es que siquiera lo hicimos). La vida nos lleva por delante. Y necesitamos un freno.

De esto se trata el reseteo de mitad de año. O del momento en que lo necesites. Recargar energía y volver a encontrar el foco, para terminar el año más centrados y felices.

La técnica que usamos nosotros la tomamos de un video de Struthless, acompañado por un descargable (en inglés) que sirve de guía. Básicamente es un ejercicio de journaling, en el que bajamos al papel lo que pensamos y sentimos. Son varias etapas que pueden ayudar a dar claridad a nuestra mente.

Paso 1: Vaciar la cabeza

La idea en el primer paso es volcar todo lo que estamos pensando. Desde lo más sencillo y cotidiano (cosas que tenés que hacer, algo que no quieras olvidar) hasta lo más profundo, lo que nos pasa, cómo nos sentimos. El objetivo de este ejercicio es liberar a la cabeza de todo eso y dejarle espacio para pensar, para resolver problemas. No queremos estar a mitad de uno de los ejercicios siguientes y recordar que hay que sacar la ropa del lavarropas.

Cuando te canses de escribir, seguí escribiendo. Lo que buscamos es que no quede nada. A escarbar un poquito más. Si sentís que no te sirve, si te parece una pavada estar escribiendo, escribí eso. Que no quede nada.

Paso 2: Escribí tus objetivos de hace 6 meses

Esta etapa es de repaso, sin juzgar. Simplemente ver qué queríamos a principios del año. Si no planteaste objetivos, intentá recordar qué querías, qué esperabas que ocurriera.

Paso 3: Escribí lo que hiciste en estos 6 meses

Lo mejor aquí es ver si conseguimos cumplir con esos objetivos, pero también podemos agregar otras cosas que no habíamos planificado y que sí hicimos.

Por ejemplo, en mi caso, tenía el objetivo de escribir al menos dos veces semanales, cosa que no logré. Por el otro lado, sí rendí el examen internacional TOEFL, cosa que no me había planteado cuando diseñé mis objetivos, pero fue un logro importante para mí. Algunas cosas salen bien, otras no tanto, y otras aparecen en el camino.

Paso 4: Analizar por qué alcanzaste algunos objetivos y otros no

Andá todo lo profundo que puedas. Vuelvo a mi ejemplo:
No escribí todos los días porque estaba distraído y muchas veces decidí jugar videojuegos en lugar de escribir. Jugué muchos videojuegos porque necesitaba liberar tensiones y sentir que hacía “algo” al mismo tiempo. Necesitaba liberar tensiones y sentirme “útil” porque estaba con mucho stress y a veces sentía que no estaba haciendo todo lo necesario en mi trabajo.

Y así podría seguir, buscando las razones profundas de lo que me pasaba. Obvio que lo mismo vale para las cosas que conseguimos. La idea es encontrar o desentrañar las raíces de lo que nos ocurre y por qué nos ocurre, para poder repensarlo y repensarnos. Siempre, obvio, siendo compasivos con nosotros mismos.

Paso 5: Escribe tu segunda mitad de año ideal y la razón por la que la querés

Aquí buscaremos plantear nuestros objetivos y por qué los queremos. Por qué eso es importante para nosotros. En este momento podemos soñar en grande, plantearnos objetivos, como dice en el título, ideales. Enfocate en cosas que podés controlar, objetivos que dependan de vos. Por ejemplo, en Ananda no pusimos el objetivo “alcanzar 5000 seguidores”, sino “publicar al menos un video y una foto cada semana”.

También es importante explicar por qué tenemos estos objetivos. Explicárnoslo a nosotros mismos. Tal vez se alinean con la persona que te gustaría ser. Tal vez sean importantes por tu relación con tu familia o amigos. O lo que sea. Son tus razones.

Paso 6: Ordená esos objetivos por su importancia

Tomá los objetivos que armaste recién, especialmente los accionables, los que podés empezar a hacer, y ordenalos por su importancia, el nivel de prioridad que deben tener. Esto sirve para no perder el foco. Probablemente la vida va a volver a ponerse en el camino de tus objetivos, por eso es fundamental saber cuáles no podemos dejar de lado en los momentos más complicados.

Paso 7: Quién debería ser para completarlo?

¿Qué deberías creer sobre vos para lograr esos objetivos? ¿Qué cosas necesitarías hacer más? ¿Qué necesitarías hacer menos? La idea en este paso es diseñar la identidad que necesitas. Y mucho mejor si esa es la identidad que querés para vos. Lo mejor es bajar todo lo que se pueda al papel, releerlo, y sintetizarlo en una frase.

En mi caso me salió al revés. Lo primero que escribí fue el resumen: Tengo que ser un escritor, un creador. Esa es la identidad que quiero para mi desde hace más de un año, pero aún no lo soy por completo. En el resto escribí algunas cosas que tengo que hacer más y menos para poder serlo, como consumir contenido de manera consciente, organizar mejor mi tiempo, ecléctico, curioso, entre otras cosas. Principalmente consumir contenido y vivir experiencias que me ayuden a pensar.

Paso 8: Crear un sistema realista con el que puedas cumplir tus objetivos

Simplemente ponernos objetivos no es suficiente para alcanzarlos. La vida se va a seguir interponiendo en nuestro camino, la cotidianeidad va a seguir ahí. James Clear (autor de Hábitos Atómicos) plantea que “no te alzas al nivel de tus objetivos, caes al nivel de tus sistemas”. Tenemos que construir sistemas buenos y realistas que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos. Y es fundamental hacerlo, insisto, de manera realista. Muchas veces planificamos como si siempre tuviéramos días perfectos, pero los días normales no lo son, siempre hay cosas en el camino. Por eso es importante planificar para ese tipo de días. Dejar espacio para lo imprevisto.

En mi caso, sé que no puedo sentarme a escribir todos los días, por lo que me planteo hacerlo al menos una hora, dos veces a la semana. Si puedo calendarizarlo, mejor. Por otro lado, desinstalé los videojuegos que más me envician (soy adicto a los videojuegos, por lo que si no están a mi alcance, mucho mejor), y evito usar redes sociales en los “tiempos muertos” donde normalmente las usaría (fila del super, un momento en el que no tengo nada que hacer, y cosas así): en su lugar, ubiqué una app de libros en el lugar donde tenía Instagram, para leer un poco, y también un documento donde estaba Twitter, para escribir (esto me viene funcionando muy bien).

9: Cómo vas a mantener tu plan?

Aquí buscamos fortalecer los sistemas que planteamos en el paso anterior, buscando prepararnos mejor para los momentos en que algo se meta en nuestro camino. ¿Qué sistemas, recompensas y tácticas vas a usar? Pueden ser cosas que hagan más disfrutable nuestro tiempo haciendo lo que queremos/necesitamos hacer (yo pongo música que me gusta, prendo un sahumerio, me aplico el roll on OM y tomo un mate cocido), o recompensas (puedo jugar videojuegos un rato después de haber escrito), incluso cosas que complementen nuestros otros sistemas, o el “apilado de hábitos” de James Clear, que se logra al combinar hábitos que ya tenemos con los que queremos tener.

Paso 10: ¿Por qué te mereces este cambio?

Este paso es sobre tu autoestima, sobre el valor que te das. Muchas veces nuestro cerebro nos pone trampas, por lo que es importante entender esas creencias que tenemos sobre nosotros mismos y tratar de modificarlas.

En mi caso, tengo una tendencia a pensar que soy vago. Al mismo tiempo sé que hago muchas cosas muy diversas, que siempre cumplo con mi trabajo, y que a veces no llego con todo lo que quiero hacer, y que eso es lo que me hace sentir “vago” (entre otras cosas). Hace tiempo que lo vengo trabajando, aunque no es facil deconstruir esa creencia sobre mí mismo.

Paso 11: Accioná ya

Dá los pasos que puedas dar lo antes posible, lo que puedas hacer ahora mismo. En general, lo más difícil es empezar. La idea aquí es dar el primer paso ni bien terminamos este ejercicio, y empezar a hacer lo que necesitamos para empezar a tomar impulso. Yo voy a calendarizar mis horas de escritura de esta semana y a ponerme a escribir ahora mismo.

¿Vale la pena hacer este ejercicio?

Sinceramente, creo que sí. A mi me sirvió para reenfocarme. Estaba un poco perdido, desenfocado, y normalmente cuando estoy en ese tipo de momentos es cuando peor me siento conmigo mismo, cuando siento que “no voy a ningún lado” o que no hago nada útil. Volver a revisar los objetivos que me puse principios del año y plantearme otros nuevos, ver lo que logré hasta acá, analizar por qué conseguí algunas cosas y otras no, pensar sistemas para seguir avanzando, realmente fue terapéutico.

Espero que lo hagas y te ayude a reencontrarte.

Un abrazo,

Juanma.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
¿Podemos ayudarte?