En el vertiginoso ritmo de la vida moderna, encontrar tiempo para nosotras mismas puede parecer un lujo inalcanzable. Entre el trabajo, las responsabilidades familiares y las múltiples tareas diarias, el tiempo para relajarse y cuidar de nuestro bienestar personal a veces queda relegado a un segundo plano, pero no solo es vital para nuestra salud física y mental, sino que también es una forma de respetarnos y valorarnos a nosotras mismas.
El autocuidado no requiere grandes cambios en nuestra rutina diaria. A veces, los pequeños momentos de atención a nosotras mismas (las pausas) pueden tener un impacto significativo en nuestro bienestar. Y más aún si hacemos uso de la aromaterapia! Te damos algunas rutinas sencillas de relajación para que elijas la que más se adapte a tu tiempo y tus gustos.
Conectá con la naturaleza (15 minutos)
Buscá un lugar donde puedas estar tranquila, y tenga verde, aunque sea un pedacito de césped. Vas a aplicarte protector solar antes de ponerte al solcito y luego nuestro aceite OM. Descalzate, que tus pies entren en contacto con el pastito y levantá tu cara al sol. Luego simplemente respirá. Dejá que tus pensamientos fluyan y en cada exhalación, soltá lo que te pesa, deja ir las tensiones. Concentrate en los sonidos que escuchas, en la sensación de la brisa en tu cuerpo y respirá. Sonreí y disfrutá. Esta pausa solo te lleva 15 minutos, pero te renueva.
Disfrutá de tu té favorito (10 minutos)
Esta pausa nos ayuda a practicar la atención plena: disfrutar del té de una forma consciente, saboreándolo, oliéndolo e intentando estar lo más presentes posible y llevar todos tus sentidos a esa taza de té.
Elegí un espació donde puedas estar tranquila. Dejá tu teléfono lejos y en silencio. Prepará en una mesa todos los elementos que vas a necesitar para preparar el té. Aplicá el roll on relax en muñecas y sienes. Aspirá su aroma. Cerrá los ojos y hacé 3 inhalaciones profundas, exhalando suavemente. Cuando vayas liberando el aire bien despacio, sentí como vas dejando ir todas las preocupaciones, al menos por este ratito que te estas regalando.
Poné el agua lentamente en la taza o tetera. Respirá pausadamente y mirá como va cayendo el agua. Mientras esperamos a que el té se infusione, vamos a acomodar nuestro cuerpo. Espalda derecha, hombros lejos de las orejas, vas a aflojarlos llevándolos para arriba, atrás y abajo. Seguí respirando conscientemente, concentrada en las sensaciones
Cuando el té esté listo, retirá el filtro o infusor, con movimientos suaves. Observa el té, su color, las hojas de la infusión, cómo se eleva el vapor. Acercá la taza a tu nariz, inspirá su aroma. Qué te hace sentir? Su aroma quizás te trae algún recuerdo? Concentrate en el calor de la taza, la sensación que genera la temperatura en tus manos.
Vas a tomar un pequeño sorbo y a concentrarte en lo que sentís en tus labios y en tu boca al entrar en contacto con el té.
Vas a tomar tu té despacio, sin apuro, concentrándote en el sabor, en la astringencia, en los movimientos que realizas para llevarlo a tu boca, para ingerirlo.
Cuando termines tu té vas a inspirar profundo 3 veces por nariz y a exhalar por boca, soltando todas tus preocupaciones. Cerrá los ojos y manifestá un agradecimiento, por lo que quieras, por la experiencia, por el nuevo día, por cualquier cosa que te haga sentir agradecida.
Abrí los ojos y comenzá a moverte suavemente. Ya estás lista para seguir con tu día
Chau estrés con un baño de inmersión (30 minutos)
Mis pausas favoritas son los baños de inmersión. En la rutina diaria, encontrar momentos para relajarse y recargar energías puede ser un verdadero desafío. ¿Qué mejor manera de hacerlo que con un baño de inmersión?
Vas a comenzar llenando de agua tibia la bañera. Mientras la bañera se llena, tenemos que preparar el ambiente. Vamos a bajar las luces, prender alguna velita. Luego vas a rociar nuestra Bruma de Lavanda por el baño, y vas a comenzar a respirar lentamente y así comenzas a soltar las tensiones. Elegí alguna musiquita bien relajante, a mi me gustan los sonidos de naturaleza y agua corriendo.
Cuando tengas todo listo, cerrás la canilla y vamos a darle amor al aguita: podés elegir dos productos, sales de baño o bombas de baño. Ambas son relajantes, la diferencia es que las bombas tienen aceite de coco, entonces también hidratan tu piel. Esto va en gustos.
Una vez que hayas puesto la sal o la bomba en la bañera, vas a meterte. Anda sumergiendote de a poco, concentrandote en la sensación que genera el agua caliente en tu cuerpo. Vas a empezar a notar cómo tus músculos comienzan a aflojarse. Senti tus pies, sentí cómo se relajan. Mientras vas respirando suavemente, senti tus piernas y soltá la tensión de ellas. Sentí como se disuelve en el agua. Sentí tu cadera y tu cintura y notá cómo se aflojan. Senti tu espalda y tus hombros y soltá todo lo que te preocupa y se asienta en ellos. Dejalo ir con el agua. Y respirá profundo y suavemente. Con los ojos cerrados, concentrate en la música que te rodea, en las sensaciones de tu cuerpo, en los aromas.
Te recomiendo que no te lleves el celu a la bañera. Solo una botella de agua, para hidratarte si así lo necesitas. Y a mi me gusta aprovechar el momento y hacerme una mascarilla para mimar mi piel un poco más. Cuando salgas de la bañera, deja que toda tensión se vaya con el agua. Es una pausa ideal para hacer antes de ir a dormir: rociá tu cama con nuestra bruma y dormí sin preocupaciones hasta el otro día.
Soltá tu ansiedad con una meditación guiada (10 minutos)
Son bien conocidos por todo el mundo los beneficios mentales y corporales de la meditación. Pero no es fácil comenzar con esta práctica sin alguien que nos enseñe. Las meditaciones guiadas son muy útiles cuando comenzamos a entrenar nuestra mente. Y en momentos de tensión o si necesitamos hacer una pequeña pausa en nuestro día son una gran herramienta para poder relajarnos. En youtube hay muchísimas, yo les dejo una que me gusta mucho, es cortita y sirve para bajar la ansiedad.
Es muy importante que estemos en un lugar tranquilo donde podamos sentarnos o acostarnos cómodamente. Si podemos bajar un poco la luz, genial. Y te recomiendo que antes de comenzar te apliques nuestro roll on OM para relajarte y comenzar a concentrarte.
Una duchita y a seguir (10 minutos)
No siempre tenemos tiempo para un baño de inmersión, y a veces tampoco bañera! Pero es posible relajarnos con una buena ducha. Este tipo de pausa es perfecta para cualquier momento del día: para arrancar relajadas, para cortar el día agobiante o para soltar todas las tensiones antes de ir a dormir.
Primero vas a bajar la luz del baño y recomiendo que te pongas alguna musiquita que te relaje. Vas a meterte en la ducha y vas a concentrarte en la sensación del agua bajando por tu cuerpo. Luego vas a poner un poco de nuestro gel de ducha relajante en tu esponja vegetal y vas a enjabonar suavemente todo tu cuerpo. Concentrate en las sensaciones y los aromas. Respirá suavemente, con inhalaciones y exhalaciones profundas y lentas. Sentí cómo las tensiones se desprenden de tu cuerpo, lavadas por la ducha. Enjuagá tu cuerpo y secate suavemente. Cuando salgas de la ducha, aplica nuestro roll on relax en sienes y muñecas. Ya estas lista para seguir con tu día
Estirate y relajate (5 minutos)
Esta pequeña pausa la podés hacer literalmente en cualquier lado y en cualquier momento del día. Estirarnos libera las tensiones y las rigideces que vamos acumulando durante el día, libera toda la energía contenida para que circule correctamente por nuestro cuerpo y nos brinda una mayor flexibilidad. Además nos da una sensación de relajación casi instantánea. Te recomendamos que antes de comenzar te apliques nuestro roll on OM o el Relax, que rocíes un poquito de nuestra Bruma de Lavanda y te tomes 5 minutos para relajarte.
Una rutina sencilla comienza con estiramientos de cuello, haciendo movimientos suaves circulares para un lado y para el otro. Sin forzar y muy despacio, al menos durante tres ciclos respiratorios. Luego vamos a aflojar los hombros rotandolos para un lado y para el otro, también por 3 ciclos respiratorios. Luego procedemos a estirar la espalda, esto podemos hacerlo sentadas y con las manos sobre el escritorio, paradas sosteniéndonos de una silla o también yendo a la postura de la carpa. Respiramos suavemente.
A mi me gusta hacer estiramientos laterales, para que se afloje toda la musculatura de mis costillas, y también alguna torsión de tronco. Para finalizar podemos hacer una pinza de pie o sentadas, para que se estire muy bien toda la parte de atrás de nuestras piernas. SI sentis alguna contractura o dolor, no dudes en aplicar sobre la zona nuestra Crema para Dolores. Es muy efectiva y sI primero estiras y luego aplicas la crema, vas a notar un alivio casi instantáneo.
Esta rutina no te va a llevar más de 5 minutos pero te va a llenar de una hermosa sensación de bienestar y relax. ¡No hay excusa para no hacer una pausa!
Como ves, hay muchas formas de tomarnos pequeñas pausas durante nuestra rutina diaria. Esperamos que estas sugerencias te ayuden, y contanos en comentarios: ¿qué hacés vos para relajarte?