El uso medicinal de las hojas de eucalipto es una tradición milenaria. Nuestras abuelas lo tenían incorporado como remedio casero y nos transmitieron este saber. Cuando empieza el período invernal y empezamos a notar los síntomas de afecciones respiratorias, el eucalipto (junto con el tomillo) son las plantas que nos ayudan a respirar mejor, que nos ayudan con los resfriados, toses y alergias.
La OMS define a la “medicina tradicional” como “el conjunto de conocimientos, aptitudes y prácticas basados en teorías, creencias y experiencias propias de diferentes culturas, sean o no explicables, utilizadas para mantener la salud, así como para la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas o mentales”. Y se considera “planta medicinal”, a aquellas especies utilizadas en la medicina tradicional que contienen elementos beneficiosos en la curación de enfermedades tanto en humanos como en animales.
El aceite esencial de eucalipto, debido principalmente al 1.8-cineol, posee acción antiséptica, expectorante, antiespasmódica suave, antiinflamatoria y descongestionante de vías respiratorias. Por vía nasal, el aceite esencial de eucalipto produce sensación de frescor y reduce temporalmente la congestión de la mucosa. Por todo ello, su utilización está indicada por vía inhalatoria para resfriados, catarros, gripes y bronquitis agudas o crónicas. En uso interno para resfriados, estados gripales, rinitis y bronquitis.
El eucalipto se puede usar en vaporización, infusiones, o simplemente quemando algunas ramas secas para aprovechar su humo aromático, en todas estas formas se puede sacar el provecho a sus propiedades desinfectantes y despejar las vías respiratorias o simplemente fortalecer el organismo.
Hoy les enseñamos cómo hacer vapores de eucalipto con el fin de descongestionar las vías respiratorias así como de desinfectar el ambiente de nuestros hogares.
IMPORTANTE: inhalar vapores de eucalipto está contraindicado en mujeres embarazadas y niños menores de 3 años. En estos casos consultá a tu médico.
¿Qué necesitas?
- Hojas de eucalipto
- Agua
- Olla
- Lata
¿Cómo lo haces?
Es facilísimo: vas a agarrar una olla, la llenas de agua hasta la mitad y ponés un puñado de hojas de eucalipto. Cuando empiece a hervir, con mucho cuidado vas a bajar el fuego al mínimo y vas a inclinarte sobre la olla para respirar el vapor, tapandote la cabeza con una toalla para que no se escapen los vapores. Cuando termines vas a notar instantáneamente que respiras más fácilmente.
Luego vas a poner las hojas en una lata, le agregas un poquito de agua de la infusión y vas a poner la lata sobre el calefactor, estufa, salamandra,chimenea. El calor va a hacer que se liberen los vapores en el ambiente. ¡No cuelgues! Cuando se evapore el líquido, sacá cuidadosamente la lata con un trapo.
Y sino, siempre podes comprar nuestra Bruma de Eucalipto y rociarla sobre el vapor de la ducha, sobre bufandas, almohadas y disfrutar de todos los beneficios del eucalipto, potenciados por las propiedades del aceite esencial de tomillo.